Establecer un sistema de progresión en las tarifas de la Escuela Infantil Municipal
La conciliación laboral y familiar se basa en la idea fundamental de generar un equilibrio entre el trabajo y el resto de actividades que juegan un papel importante en nuestras vidas. La conciliación responde a una necesidad que cada día se consolida más. Es vital que nuestros trabajadores y trabajadoras puedan dar lo mejor de si mismos en el trabajo y que al mismo tiempo tengan las horas necesarias para su familia y para su desarrollo personal.
Como municipio, tenemos que tender a garantizar una correcta conciliación y un correcto desarrollo de nuestros infantes en una época clave, dando acceso real a todas las familias al servicio de escuelas infantiles. No podemos permitirnos que sea un servicio que no se puedan permitir las familias más vulnerables, que no sea progresivo y que las tasas no sean justas.
Según datos de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes, la cuota mensual de la escuela infantil pública en España es de 130€, 70 euros mensuales más barato que nuestro municipio y a todo ello tenemos que sumarle la escasez de plazas existentes en la Villa de Santa Brígida.
En este sentido, llama la atención la atención la falta de progresividad en nuestro municipio, pero es especialmente remarcable en cuanto a la tasa de escuelas infantiles. Según la propia ordenanza reguladora la cuota es de 200 euros mensuales, independientemente de la capacidad económica de la familia.
La progresividad es clave en una sociedad que busca proteger a los más necesitados y no es nada que no esté inventado, mientras mayor sea la capacidad económica de la persona obligada al pago, mayor es la cuantía a pagar. La progresividad es la herramienta principal que tienen las administraciones para la redistribución de la riqueza. Desde este Ayuntamiento tenemos que ser conscientes de ello y permitir que las familias con menor capacidad económica no vean gravemente perjudicada su capacidad adquisitiva, puestos que de ser así estaríamos perjudicando la posibilidad de las familias satauteñas de tener hijos.
La pirámide poblacional satauteña marca un envejecimiento de la población del municipio con un acusado descenso de la franja de 0 a 9 años mientras que el grueso de los habitantes tienen entre 35 y 65 años. Como administración es del todo necesario comenzar a poner remedio a este tipo de situaciones y ofrecer servicios para los menores a un precio que no supongan un riesgo para la economía de las familias.

